Las úlceras por presión se producen cuando se ejerce una presión sostenida sobre una zona concreta, generalmente sobre la piel que rodea las prominencias óseas como las rodillas, los tobillos, los codos, nalgas, espaldas y talones; ya que esta presión no permite que la sangre circule de forma adecuada por esa zona.
Al no llegar suficiente oxígeno a las células de esa zona, el tejido se degrada y se enferma. Este tipo de lesión es más frecuente entre las personas mayores debido a la creciente fragilidad de su cuerpo y a la menor movilidad en su vida diaria.
La mayoría de las úlceras por presión pueden evitarse mediante cambios de postura frecuentes y un cuidado minucioso de la piel. En cambio, la curación de estas lesiones suele ser complicada y larga. El tiempo de curación aumenta en función de la gravedad y de la profundidad de la lesión.
Es importante que antes de seguir cualquier recomendación lo consultes con tu médico, y si deseas realizar una cita con nosotros te invitamos a agendarla.
Al no llegar suficiente oxígeno a las células de esa zona, el tejido se degrada y se enferma. Este tipo de lesión es más frecuente entre las personas mayores debido a la creciente fragilidad de su cuerpo y a la menor movilidad en su vida diaria.
La mayoría de las úlceras por presión pueden evitarse mediante cambios de postura frecuentes y un cuidado minucioso de la piel. En cambio, la curación de estas lesiones suele ser complicada y larga. El tiempo de curación aumenta en función de la gravedad y de la profundidad de la lesión.
En este sentido, existen 4 grados de úlceras por presión:
- Grado I: Se limita a las capas superficiales de la piel y se manifiesta con un enrojecimiento de la zona afectada que desaparece luego de transcurrir 5 minutos desde que se elimina la presión.
- Grado II: Afecta las capas superficiales de la piel y la primera capa del tejido graso subyacente; se manifiesta con erosiones, ampollas y/o desgarros superficiales.
- Grado III: Alcanza la grasa subcutánea, produciendo necrosis de ese tejido, aunque no llega a dañar los músculos.
- Grado IV: Supone la destrucción de todo el tejido blando desde la piel hasta el hueso; afecta el músculo, el hueso y las articulaciones, así como las estructuras de sostén.
¿Cómo tratar una úlcera por presión?
Si notamos que la persona a nuestro cargo tiene una úlcera por presión, debemos tratarla rápidamente. Aunque debemos consultar al médico para ver el tratamiento adecuado para el caso específico, éstas son algunas reglas generales que podemos aplicar, dependiendo del grado de desarrollo de la úlcera:-
Grado I
- Intensificar las medidas preventivas para que no avance la lesión: aumentamos los -cambios de postura, colocamos almohadas en la zona afectada y mantenemos la zona bien limpia y seca.
-
Grado II
- Intensificar las medidas preventivas y la higiene de la zona afectada. Limpiamos la lesión con suero fisiológico aplicando la menor presión posible para no lastimar a la persona ni causarle dolor.
- Realizar la aspiración de la ampolla eliminando su techo. Si usamos apósitos hidrocoloides podremos controlar la cantidad de exudado de la herida (para que no sea mucha ni poca), además de que ayuda en acelerar la velocidad de cicatrización.
Es importante que antes de seguir cualquier recomendación lo consultes con tu médico, y si deseas realizar una cita con nosotros te invitamos a agendarla.